Ettore Roesler Franz
La transformación del tejido urbano, cada vez más intensa a partir de 1870, la aplicación del Plan Regulador de 1883 y la tumultuosa actividad constructora provocaron la destrucción de numerosos edificios históricos, villas y jardines. Al excavar grandes extensiones de terreno, salieron a la luz hallazgos arqueológicos y rastros de una compleja estratificación urbana que se remonta a miles de años atrás. Esto llevó, por un lado, a la necesidad de documentar los continuos descubrimientos arqueológicos y, por otro, a preservar la memoria de una ciudad que estaba perdiendo su fisonomía centenaria.
Fue entonces cuando la Administración Capitolina, en un esfuerzo por preservar los testimonios de una Roma que desaparecía, encargó la realización de numerosas fotografías en las zonas de la ciudad más intensamente afectadas por las obras, y entre 1883 y 1908 adquirió las 120 vistas del ciclo pictórico de la llamada Roma sparita pintadas por Ettore Roesler Franz (Roma, 11 de mayo de 1845 - 26 de marzo de 1907).
La serie de 120 acuarelas de gran formato -cada una de ellas mide aproximadamente 53×75 cm y está dividida en tres series de 40 cada una, todas ellas pintadas entre 1878 y 1896- llamada por el artista romano Roma pittoresca. Memorie di un'era che passa (Recuerdos de una época pasada) constituye una colección de extraordinario valor artístico y documental, que conserva, en las vistas animadas por escenas de la vida popular, la imagen urbana y arquitectónica de la Roma anterior a la unificación.
A lo largo de la galería de la primera planta, que lleva el nombre del artista, se despliega un sugestivo recorrido expositivo que narra el Tíber, el corazón palpitante de la ciudad. A lo largo de sus orillas animadas por una actividad febril -desde Ripetta hasta Ripa Grande- se afirma la pasión de Ettore Roesler Franz por la ciudad, fijada por una cuidadosa investigación de los colores y los efectos de la luz, el virtuosismo de la arquitectura acompañada de melancólicas fascinaciones desde las callejuelas donde cuelgan torres e hileras de casas con todo tipo de mobiliario, hasta el río Tíber donde las turbias olas bañan las paredes.
Para que los visitantes puedan ver todas las acuarelas que componen la serie completa, se ha instalado una estación multimedia (pantalla táctil) con las 119 acuarelas que incluyen fichas explicativas y los detalles temáticos correspondientes.