Peggy Kleiber. Tutti i giorni della vita (fotografie 1959-1992)

El recorrido de la exposición se despliega entre imágenes de una época pasada, sonidos y voces silenciosas en la mirada del espectador desde el exterior, sugiriendo una historia y dejando al espectador la libertad de seguir imaginando y reconociéndose.
La exposición reúne 150 fotografías con una selección de copias originales de época de la autora, algunos álbumes familiares y un vídeo que recorre el redescubrimiento del archivo a través de material inédito y películas familiares en Super8. La exposición consta de dos secciones: una dedicada a la familia y otra a sus viajes por Italia, en particular a Roma desde principios de los años sesenta. En la primera sección están las fotografías que Peggy hizo a su familia a lo largo de muchos años, durante celebraciones, bodas, nacimientos. Con el paso del tiempo, se va construyendo espontáneamente, pieza a pieza, una historia íntima y cargada de emoción.  
En la segunda sección, dedicada a sus viajes por Europa, destaca por su intensidad la gran atención dedicada a Italia, casi una patria predilecta para ella. Peggy Kleiber consigue acercarse incluso a los estratos sociales más marginales, dejándose encantar por lugares desconocidos. En Roma, la suya es una "flânerie" no sólo literaria y artística, sino también política y cultural: un viaje que la lleva desde el centro histórico (recorrido por los rincones menos turísticos y en horarios a menudo insólitos) hasta los suburbios más extremos de la ciudad y los márgenes del borgate, precisamente en los años en que escritores como Pasolini descubrían sus historias.
Sin embargo, su curiosidad no se detuvo ahí, y Peggy Kleiber partió de Roma para descubrir la Italia oculta: en particular Umbría y Toscana, enamorándose de los tesoros del Arte, pero también Sicilia, otra tierra amada, donde forjó lazos que durarían años. Aquí se reencontró con Danilo Dolci, a quien ya había conocido en Suiza, retratándolo en unas preciosas fotografías inéditas durante las "huelgas del contrario" y deteniéndose al mismo tiempo en los rostros de los niños de Partinico. Peggy Kleiber viaja a través de su tiempo y acerca la historia universal y colectiva a la íntima historia personal con su discreta presencia: en sus suaves imágenes en blanco y negro, consigue interponer un espacio vital entre ella y el sujeto, que narra 40 años de historia mundial en rápida transformación.
Tanto si dirige su mirada a su propio microcosmos familiar como si la sitúa en las periferias del mundo o en la vida oculta de las ciudades, Peggy Kleiber nos guía hacia una observación pausada, nos insta a prestar más atención a las emociones entre las personas y a los gestos "sutiles", invitándonos a descubrir algo que creíamos haber olvidado.

Peggy Kleiber (Moutier 1940-2015) es la segunda hija de una familia numerosa. Vivaz, sensible, curiosa. La música le enseña la medida del tiempo, el ritmo y las pausas, la distancia justa.
Profesora de Literatura, en 1961 se marcha a Hamburgo para asistir a una escuela de fotografía, inicio de una pasión que durará toda su vida. Con su inseparable Leica M3, Peggy inmortalizó a su familia y a partir de 1958 comenzó a viajar por el mundo, dedicando gran atención a Italia: Roma y Sicilia son dos capítulos importantes de su viaje.
En 2006, Peggy publicó el libro "Rue Neuve 44, crónica de la vida familiar", un regalo para cada miembro de su numerosa familia.
"No hay felicidad que valga más que el silencio interior", escribió la filósofa francesa Simone Weil. Para Peggy, no era sólo una cita, sino una lección de vida.

La exposición está promovida por Roma Capitale, Assessorato alla Cultura - Sovrintendenza Capitolina ai Beni Culturali y realizada por las asociaciones culturales Marmorata169 y On Image, con la colaboración de la asociación Les photographies de Peggy Kleiber. Servicios del museo Zètema Progetto Cultura.