Paisajes de la memoria: las acuarelas romanas de Ettore Roesler Franz de 1876 a 1895
Las acuarelas de Ettore Roesler Franz son un testimonio a todo color de la Roma desaparecida de finales del siglo XIX, la ciudad que hoy le rinde homenaje con motivo del centenario de su fallecimiento.
Se trata de recuerdos e imágenes de un tiempo pretérito, de barrios, callejuelas y casas llenos de gentes y oficios desaparecidos. Las acuarelas de Ettore Roesler Franz (1845-1907) son el testimonio a color de la Roma desaparecida de finales del siglo XIX, la ciudad que hoy le rinde homenaje con motivo del centenario de su muerte con la exposición Paisajes de la memoria: las acuarelas romanas de Ettore Roesler Franz de 18796 a 1895, que se celebrará del 19 de diciembre de 2007 al 24 de marzo de 2008 en el Museo di Roma in Trastevere.
La exposición nace de la colaboración entre el Departamento de Políticas Culturales del Ayuntamiento de Roma y la Dirección General para la Promoción y la Cooperación Cultural del Ministerio de Asuntos Exteriores, con el deseo de desarrollar la relación de promoción cultural conjunta establecida entre ambas instituciones y recientemente renovada con la firma del Memorandum de Acuerdo en el Capitolio el 3 de abril de 2007.
Desde el Museo di Roma in Trastevere, símbolo de la vida popular romana de finales del siglo XVIII y XIX, cuya colección permanente ya alberga una selección de acuarelas de Roesler Franz, la muestra viajará en 2008 a Europa del Este y del Norte a través de la red de los Institutos Italianos de Cultura.
Maestro absoluto de la compleja técnica de la acuarela, artista políglota, de mentalidad cosmopolita y, al mismo tiempo, profundamente ligado a su ciudad, Ettore Roesler Franz con sus obras pensadas para ser testigo en Italia y en el extranjero de los profundos cambios vividos en Roma tras ser proclamada capital de Italia en 1870 y, tras la última y catastrófica, inundación del Tíber del 31 de diciembre del mismo año. El rápido proceso de modernización de la ciudad lo llevó a pintar y fotografiar las zonas afectadas por las reestructuraciones urbanísticas y las que corrían más riesgo de ser demolidas. Concentró principalemente la atención en las zonas afectadas por estos cambios irreversibles: las orillas del Tíber —donde se derrumbaron los edificios construidos junto al río para construir los muros de contención del cauce del río—, así como zonas de plaza Venezia, del Ghetto y de barrios históricos como Borgo, Trastevere y Monti, donde se borraron del mapa importantes ejemplos urbanísticos, arquitectónicos y artísticos de la Roma del pasado.
En la exposición Paisajes de la memoria pueden admirarse 79 de las 120 acuarelas en las que trabajó el artista entre 1876 y 1895, en un recorrido que abraza sendas orillas del Tíber y narra la vida de los distintos barrios.
También se presentan algunos retratos de Ettore Roesler Franz y de su familia, así como 15 acuarelas en las que el artista representó los acueductos del campo romano. Estos “gigantes del agua”, con sus grandiosos puentes, fueron las metas preferidas del paisajista romana, que parece invitar al observador a recurrir esos itinerarios tan sugerentes y poco conocidos.
Todas las obras describen con sensibilidad antropológica las múltiples actividades de la vida cotidiana de una ciudad que aún tenía las dimensiones humanas y sociales de un pueblo. En las acuarelas dedicadas a la Roma desaparecida vemos, con gran lujo de detalles, antiguos saberes y habilidades populares y actividades ya desaparecidas como las vinculadas a la economía fluvial. La edificación de los diques de contención del Tíber, aunque acabaron el problema de las inundaciones, eliminaron todos los oficios basados en la cercanía del agua como los aguadores, todos los oficios de la piel (curtidores, tintoreros...), molineros, barqueros, lavanderas, pescadores, leñadores, transportadores de arena...
Es un mundo que el paisajista romano consiguió documentar en sus 120 acuarelas divididas en tres series, cada una con 40 obras. La primera serie que él dedicó a «Roma pintoresca/Memoria de una era pasada» se expuso en el Palacio de la Exposición en 1883, año de su inauguración. Leopoldo Torlonia, a la sazón alcalde de Roma, decidió comprar sus obras para la ciudad por un importe de 18.000 liras. Las dos últimas series fueron adquiridas un año después del fallecimiento de Roesler Franz y tras algunos debates en el consejo capitolino se adquirieron por 35.000 liras. La serie completa se presentó por primera vez en Castel Sant’Angelo en 1991 con motivo de la Exposición Universal de Roma.
Las acuarelas Roma Desaparecida, como más se conoce esta colección, se expusieron inicialmente en el Palazzetto della Farnesina ai Baullari. Más tarde, se trasladaron a plaza Bocca della Verita en el recién inaugurado Museo di Roma, pero, debido a la guerra, tuvo que cerrarse en 1939. Su última y definitiva ubicación tuvo lugar en 1952 en la nueva sede del Museo de Roma de Palazzo Braschi. En 1980, veintiocho acuarelas de la colección fueron trasladadas al Museo del Folklore en Trastevere, que acababa de ser inaugurado, donde aún se exponen de forma rotativa por periodos limitados.
Ettore Roesler Franz, pintor de paisajes y memorias, viajó mucho por Italia y Europa, como demuestran las 46 exposiciones realizadas en Italia y las 23 en el extranjero; viajes que lo vincularon especialmente a Gran Bretaña (todos los materiales de sus acuarelas —papel, pinceles y colores— proceden de allí), el país donde residió en varias ocasiones y donde se hallaban los principales clientes de sus obras. Durante los 35 años de actividad de este genial paisajista, admirador de la pintura de Turner, Constable y, sobre todo, Corot, pintó más de mil acuarelas y fundó (y fue varias veces presidente) la Sociedad de Acuarelistas de Roma. En cambio, pintó apenas una quincena de oleos y escasas obras a témpera, lo que muestra su preferencia por la técnica de la acuarela que consideraba la mejor para reproducir vistas campestres y, especialmente, la transparencia de cielos y aguas.
Sus temas preferidos fueron los paisajes del campo romano, de la región de Lazio y Abruzzo, las vistas de Tívoli y las inglesas, aunque la fama de Franz está inextricablemente ligada a las tres series de Roma Desaparecida, que nos permiten imaginar una Roma que ya no existe.
Informaciones
martes - domingo 10.00 - 20.00
24 y 31 diciembre 10.00 - 14.00
chiuso lunedì, 25 dicembre, 1 gennaio
la biglietteria chiude un’ora prima
€ 5,50 entero
€ 4,00 reducido
Entradas y reservas
060608 todos los dìas 9.00 - 22.30